14 marzo, 2007


¿Por que Silvio?


Escuché por ahí, con motivo de la llegada de Silvio Rodriguez al país, esas vocecillas que como vuelo madrugado de mosquito, aparecen convenientemente en la oscuridad de la mente ya que a la luz de la conciencia no causan ningun efecto y se hacen mas bien ridículas e insignificantes, voces que atemorizan conciencias flacas y pedestales de humo, esos hombrezuelos de siempre que si bien no son de los que abundan, lo son -a veces- de los que influyen, aquellos que no aman, solo cobran. Y preguntaban ¿Por que Silvio? invitando rastreramente a no asistir al concierto.
Luego pensándolo, caí en que todo sirve para algo, incluso aquellos buenos señorones, ya que precisamente me sirvieron para hacer conciencia del hecho, por lo que me pregunté efectivamente… ¿Por que?
¿Por que Silvio?
Silvio... porque nos habla del amor sin la ridícula cursilería del San Valentín apitucado, de tienda de regalos Miraflorina.
Porque nos insta a la revolución del pensamiento, de la idea, de la palabra.
Porque le habla al espíritu crítico, vivo y audaz que la gente guarda a veces, demasiado adentro.
Porque le canta a la paz sin usar la formula repetida y adormecida de siempre, desechando felizmente, el reiterativo y somnífero recurso del panfleto.
Porque le canta a sus convicciones sin el menor complejo.
Porque da la cara, no se inventa una para la ocasión… por eso Silvio.

¿Por que Silvio?
Porque nos recuerda con su presencia, que lo sencillo es lo justo, que cuando mas austeras y desataviadas se presentan las cosas, la luz engañosa, entonces ausente, da paso a la real y esta deja ver lo que no se ve, lo que se siente, lo verdadero, lo bello, sin grandes tecnologías o trajes lujosos.
Silvio es el icono de una forma de entender el mundo, lejos de esa locura vertiginosa del apresuramiento, la competencia, la sofocante angustia permanente y dolorosa por el dinero y el consumismo despersonalizador y alienante de estos últimos tiempos, de este mundo entregado sin contrapesos o algún tipo de reserva, a las manos ansiosas del Liberalismo... por eso Silvio.

Ivan Ortiz