19 mayo, 2011

Rudolph Giuliani

Giuliani se ajusta a la matriz Fujimori
Por Guillermo Giacosa

No es extraño que Keiko Fujimori, que ya habla de implantar la pena de muerte, haya elegido a Rudolph Giuliani para que la asesore en materia de seguridad.

Giuliani es un duro incapaz de reflexionar sobre el contexto en el cual la violencia se produce. Su historial tiene más sombras que luces y ya ha cobrado varios millones de dólares por asesorar a gobiernos latinoamericanos. No es original, su receta es mano dura, tolerancia cero y algunas otras perlas propias del Lejano Oeste. Se describe modestamente como un gran líder con logros formidables y olvida decir cuántos recursos de la ciudad de Nueva York aprovechó para beneficio personal en detrimento de la asistencia social. Ha sido uno de los mayores propagandistas de la reelección de Bush hijo y cree que debe hacerse la guerra a cualquier Estado que impulse el terrorismo o, mejor dicho, que Estados Unidos considere que impulsa el terrorismo, lo cual es muy distinto y da lugar a este estado de guerra perpetua en el que la superpotencia parece haberse sumergido.

En 1982 declaró estar convencido que en el Haití monstruoso de Jean Claude Duvalier “no había represión política”. Simplemente desaparecían a los opositores. Pero ese es un dato menor para quienes creen que el orden y la seguridad son independientes del entorno social y económico en el cual se desarrollan. Eso se llama miopía y suele terminar en masacres ejecutadas por fuerzas de seguridad que se sienten impunes.

Es bueno recordar que, como alcalde de Nueva York, Giuliani persiguió insistentemente a los inmigrantes de piel negra. Un artículo de Noah Friedsky resume los costos de la tolerancia cero de Giuliani: “Jóvenes de color buscados y perseguidos por atreverse a andar en la calle, prisiones sobrepobladas llenas de 'drogadictos’ no violentos, familiares de esos presos dejados sin padres, madres abandonadas por un sistema social empequeñecido mientras crecía el presupuesto de la Policía, indigentes acusados y condenados irregularmente...”. Prefiero no imaginar a Lima ni al Perú bajo esas políticas

Tomado de PERU21 /Sociedad /Jue. 19 may '11