colores muertos...
Oscuros brillos de pálidos anhelos.
¡Cuanta sed de la obra,
que duerme entre tus manos, que son mis manos,
me arden tus lágrimas sobre las heridas abiertas...
¡Cuantas nadas me acurrucan...
cuantos vacíos se juntan en mis ropas,
viva está la paz del tormento,
muerta, la razón de vivir...
Ivan Oriz