11 mayo, 2006

Hoja de Coca. ¿Patrimonio de quien?

28 de Noviembre de 2005

Hoja de Coca. ¿Patrimonio de quien?



Leía hace poco, la referencia de la opinión de algunos funcionarios del INC en el sentido de calificar como patrimonio cultural intangible, no la Hoja de Coca sino sus usos y francamente espero estar equivocado en la interpretación de la propuesta de estos señores.

Puede que la motivación sea en verdad sincera y limpia pero es a lo menos ingenua, y es que no se puede decir que se debe calificar y proteger como valor cultural intangible los “usos de” y no el insumo básico para ese “uso de”, eso sería condenar a la hoja de Coca a su desaparición –y estoy seguro que esa no podría ser nunca la posición del INC-.
El valor cultural que tienen esos usos proviene directamente de ese insumo básico, ergo : si no existe ese insumo básico, -si no es protegido con esa calificación-, tampoco podrá preservarse el “uso de”, a no ser que se pretenda mantenerlo solo en las hojas de un libro de historia o se pretenda con esta norma dejar el camino libre para que la hoja de coca sea reducida a su mínima expresión en términos cuantitativos y pase a ser solo “cosa de cholos, uso folklórico de esos raros que se visten con poncho y hojotas y que solo sirven para la foto, la postal y para traer divisas al país”.

¿Cómo puede hablarse de proteger los usos y no la hoja?, es ella por si misma, -aún si hoy en día no tuviera ningún uso “en forma de”-, la del valor, precisamente como sujeto que encarna en su propia existencia, parte importante del espíritu del conglomerado de gente que vive en este territorio y sirve por tanto para aglutinarlos creando vínculos que se entrelazan en este icono común. Imagino que al proteger el uso y no el sujeto, podrá darse el caso de que en el futuro, cuando la hoja solo pueda conocerse en un libro dentro de una biblioteca y no sobre la tierra, bajo el sol, se podrá seguramente mantener el uso del Chacchado, la lectura ritual, la ofrenda al amigo que se agasaja, etc., pero claro… usando albahaca, espinaca o alfalfa… total se está preservando el echo de mascar hojas, leer vegetales, o dar forraje al amigo que se recibe ¿no?… creo que no es así. Se debe entender que el valor de estos actos no esta en ellos mismos, sino que su valor procede directamente de quien les da sentido… de las hojas de Coca, directamente de la existencia de ellas y no por el acto mismo, que de otra manera seria un acto estéril, vacío.
Se dijo además que no pueden haber patrimonios locales y que el patrimonio es del Perú, de todo el país; sin embargo ese ámbito regional del que se habla tiene que ver no solo con un área geográfica –de la que por cierto solo se ha extraído y muy poco se ha ofrecido- sino que de un ámbito cultural, de un área geográfica con una identidad primigenia y particular que muy poco tiene que ver con el ámbito cultural de la costa o de la capital puntualmente, habiendo sido además histórica y culturalmente despreciado y desconocido por estos últimos. Como entonces, no se podría admitir, ante la negativa, el desprecio y la estigmatización a la que ha sido sometida la hoja en ese otro ámbito cultural castrante e indiferente, que regiones tan identificadas con iconos como la coca, no acojan los valores procedentes de la inclusión de la hoja en su ámbito y dinámica social y que como ya dijimos, han sido negados en ese otro espacio, e intenten así preservarlos a través de ella, es un intento desesperado que no se da gratuitamente sino a causa del abandono del país “oficial” hacia estos ámbitos culturales, cosa que podría evitarse no coercitivamente sino con un arma mas poderosa que apunta por ambos lados: la INTEGRACIÓN. Pero se debe entender que esta no se crea por decreto, sino que debe partir de un esfuerzo personal, debe comenzar en uno mismo, y uno mismo es quien debe buscar las razones y los sentimientos por los que crea que debe hacerlo. Solo en esa medida este esfuerzo individual inicial, se traducirá luego en un esfuerzo colectivo que avance realmente en aquel camino. Creo que para poder ver el Perú, hay que querer verlo, solo esa actitud nos abrirá los ojos y nos revelará el verdadero país.

El Perú es un país multicultural, y no se trata de que los grupos económicamente poderosos intenten hacer imponer “su cultura” como la única valedera e intenten presentar las demás manifestaciones, como extrañas, oscuras e inaceptables (o útiles solo para la foto y la postal del turista, que deja divisas) ocasionando estos intentos desesperados de resistencia cultural. Precisamente una de las mayores riquezas del país es esa diversidad cultural y debe ser preservada, pero no como una pieza de museo que se visita en la tarea escolar, esa riqueza debe INTEGRARSE a la vida de la nación para que la importancia de su existencia tenga sentido practico entre todos, siendo esta la principal fuerza de su preservación y adoptando un poco de ella en nuestra existencia cotidiana para así hacer mas rica en términos de cultura, la vida de las personas que tengamos la suerte de vivir entre esa diversidad integrada.
Se dijo -en la línea de este argumento-, que de la misma manera como se hace patrimonio el Pisco y no la Uva, se deben hacer patrimonio los usos de la Coca, mas no la hoja de Coca
Me parece que pretender la analogía de las uvas y el Pisco no tiene sentido. Estamos hablando ahí de un producto que se importó al Perú y que a partir de él, pero con el impacto decisivo de nuestra técnica, suelos, clima etc., -que es lo que le da su calidad de único-, es que se crea el Pisco. La hoja de coca no es un producto importado, es ella originaria de estas tierras, es parte de su historia de nación, el Perú nació, creció, vivió y vive con ella y es en sí un patrimonio cultural, no así las uvas.
La comparación sería querer calificar de patrimonio cultural intangible, al Pisco sour (al “uso de”) es decir, considerar que mezclar licor con limón, jarabe de goma, clara de huevo y amargo de angustura es patrimonio cultural, y no el Pisco, que es quien le da su real sentido; mañana entonces, le regalamos el Pisco al vecino del sur, preparamos
“Pisco sour” con Vodka o Tequila y estaremos preservando su legado cultural intangible, ya que según esta lógica podremos decir que es Pisco sour, porque se prepara como Pisco sour… creo que esto es pues una falacia.
Si pensamos en la Hoja de coca como un elemento nutritivo de primera calidad para fabricar y enriquecer harinas, panes, galletas, queques etc., ¿sería lógico entonces patentar el pan, la harina, las galletas y el queque?…por supuesto que no lo sería.

¡No se puede hacer patrimonio el Chacchado sino la hoja de coca que es quien le da sentido!
¡No se puede hacer patrimonio el leer hojas rituales, sino a la hoja de coca que es quien le da sentido!
¡No se puede hacer patrimonio a la ofrenda como vinculo integrador social, de amistad, respeto, ayuda mutua, etc., sino a la hoja de coca que es quien le da sentido!
¡No puede ser patrimonio el Pan, sino el enriquecimiento del que este es objeto al integrar la hoja de Coca a su composición!

El Principal problema de la Hoja de coca no son los millones de dólares que suciamente gana el deliberadamente mantenido narcotráfico, ni la execrable afectación que tiene el clorhidrato de cocaína (no la hoja de coca, que es muy diferente) en las personas, ni la degradación ecológica que genera su cultivo desmesurado, ni la “dadivosa ayuda” del gobierno de los Estados Unidos condicionada a la erradicación violenta y total de los cultivos; su principal problema es haber nacido en un país tan dolorosamente desintegrado, con múltiples realidades corriendo en direcciones diferentes, un país en el que conviven semi-invisibles varios países a la vez, un país en el que los andes parecieran ser mucho mas que solo una barrera geográfica, un país en donde el principal problema es el racismo soterrado -el peor de todos-, un país en donde la investigación científica se mantiene enmarcada en parámetros signados por los que pueden financiarlos y que por supuesto arroja en porcentaje desconocido, “convenientes conclusiones”; en un país en donde gente como los “señores” congresistas de la nación se burlan descaradamente de la pobreza asignándose los sueldos mas altos de Latinoamérica.

Cuando las múltiples realidades que habitan en el país, marchen integradas en un solo plan social, entonces sí, estaremos caminando sobre un país con futuro; entonces sí, la hoja de Coca dejará de tener su principal obstáculo.

Entonces si, en este proceso de integración del país, aparecerá como consecuencia natural, la incorporación del mensaje integrador de la hoja de coca ya como elemento propio, como sentimiento propio.
Entonces sí, la hoja de Coca será naturalmente Patrimonio Cultural del conglomerado que algunos tendemos tercamente a llamar Perú; será así, naturalmente: patrimonio de todos.


Dr. Ivan Ortiz Coronado
CMP 31198
e-mail: vanorco@yahoo.es

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